En nuestra época, no existe una cultura de salud, más bien una cultura de enfermedad. Por ninguna parte vemos el impartir el conocimiento desde la niñez tanto por los padres como en las escuelas. Yo diría que la alimentación actual es desastrosa y que empeora cada día más y más. Nos llenan el cerebro de cualquier cantidad de cosas que no sirven en comparación con el tema número 1 que es el de vivir y comer saludable. Cada día vemos acudir a las consulta a niños y jóvenes que jamás deben enfermarse.
Durante la niñez y la juventud, cuando nuestros organismos están en su mejor momento comenzamos a bombardearlos con una dieta totalmente antinatural unidos a tratamientos deficientes de las enfermedades, así las cosas el potencial curativo y de destoxificación con lo cual venimos al mundo; se va deteriorando y al final vemos los resultados, personas obesas o con enfermedades crónica en la plenitud de la juventud como bien pudiéramos citar la hipertensión arterial y la Diabetes. Es una lucha contra las grandes transnacionales que quieren imponer sus productos importándole poco los resultados a que lleven, por almacenar riquezas que al final del camino tendrán que dejar. El que tengo oídos que escuche y el que tenga ojos que vea, soy uno de los tantos enfermos crónicos de este mundo y aspiro que en algún momento se concientice y la humanidad cambien su estilo de vida y pensamientos con lo que además también se podrán ver cambios sociales porque mente sana en cuerpo sano, no puede haber discordancia.
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